Lo que pasó y lo que digo que pasó nunca es exactamente lo mismo y eso no quiere decir que mienta, sino que lo que digo que pasó es lo que pasó filtrado a través de mis prejuicios, creencias y puntos de vista. Hablemos de eso en este artículo.
Lo que digo que pasó
Trae a tu memoria algún evento de tu vida. No tiene que ser importante, aunque si es un evento que para ti es importante tal vez pueda ser más interesante. No tienes que contárselo a nadie, solo recuerda qué pasó. ¿Qué sientes en el cuerpo al recordarlo?
Ok, ahora te lo voy a arruinar: lo que pasó y la historia que cuentas de lo que pasó son dos cosas totalmente distintas. TOTALMENTE DISTINTAS. No, no estás mintiendo. La historia que cuentas sobre los hechos realmente son para ti lo que pasó. Sin embargo, insisto, lo que pasó y lo que dices que pasó son dos cosas totalmente distintas. Permíteme explicarme.
Los hechos no tienen sentido, no son buenos ni malos, no tienen nada que ver con nada. Son neutros. Son lo que son. Sin embargo, el ser humano hace algo que ningún otro ser, que sepamos, hace: le da sentido a las cosas, las interpreta, las juzga y saca conclusiones sobre las mismas. Y lo hace de modo tan automático que normalmente se olvida que lo ha hecho y confunde lo que pasó con la historia que cuenta de lo que pasó.
Yo no puedo saber cómo es el mundo, puedo saber mi experiencia del mundo, porque siempre voy a interpretarlo a través de mis creencias, mis principios, mis prejuicios. No es posible escapar de ello. Mi experiencia del mundo y lo que pasa en él tiene totalmente que ver conmigo y con las historias que yo me cuento sobre mí y sobre el mundo. Por eso es que yo soy totalmente responsable de mi experiencia: porque mi experiencia es inevitablemente personal y única.
Sin embargo, los paradigmas sociales y culturales tienden en algunos casos a crear consensos: maneras estandarizadas de interpretar el mundo; se trata del UNO, de la corriente, que va creando razones, verdades que parecen evidentes y que por lo tanto no se discuten. Por eso existen “verdades” compartidas.
Sin embargo, me sostengo: tu experiencia es solamente tuya y si no puedes ver otras posibilidades tiene que ver con que justamente hay una conversación que te está diciendo cómo interpretar lo que ocurre y que tú no has elegido ni te das cuenta que existe.
Regresa a la historia del principio. ¿Puedes decir que sin duda lo que dices que sucedió es totalmente verdad? Lo que dices que sucedió, ¿será verdad para todos sin importar cómo se mire? ¿Habrá otra manera posible de contar la historia de lo que pasó? Si no fuera totalmente verdad, ¿qué posibilidades se abrirían para ti?
Piénsalo. ¿Qué tal si todo lo que ocurre en el mundo, incluso quién eres, fuera solamente una historia entre millones posibles? ¿Y si no tuvieras que ser necesariamente como eres ahora? ¿Qué tal si pudieras redefinir lo que es posible para ti con tan solo cambiar una conversación?
¿Qué tal si lo que pasó y lo que dices que pasó fueran cosas totalmente distintas?
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