El arte de desenrolar a los demás

El término desenrolamiento puede generar dudas, pero en esencia, se refiere a un fenómeno de desvinculación o alejamiento emocional, mental o incluso físico entre personas. En contraste, enrolamiento se refiere al proceso de involucrar, inspirar o conectar a otros con tu vida, tus proyectos o tu visión. Entender estas dinámicas es clave para mantener relaciones saludables y auténticas, especialmente cuando buscamos crecimiento personal y transformaciones significativas en nuestra vida.

En este artículo, exploraremos el desenrolamiento, sus causas y cómo abordarlo de manera efectiva. Veremos también cómo podemos reinterpretar el concepto de desenrolamiento para generar mayor consciencia sobre cómo impactamos a quienes nos rodean.

El significado profundo del desenrolamiento

El concepto de enrolamiento ha sido ampliamente discutido en contextos de desarrollo personal y liderazgo. Enrolar a alguien no es una acción mecánica; no se trata de convencer ni manipular. Más bien, es una forma de ser que invita e inspira a otros a unirse a una visión.

El desenrolamiento, por otro lado, no implica que alguien simplemente decida dejarte de lado. Es el reflejo de cómo tu ser o tus acciones evocan en ellos algo que no les resuena. Lo que vemos como “desenrolamiento” es, en realidad, un tipo de enrolamiento en una dirección opuesta a la que deseamos.

Por ejemplo, puede suceder que quienes están en tu entorno perciban un cambio en ti luego de un proceso de transformación personal, como un taller o programa de liderazgo. Este cambio puede alterar la percepción que tienen sobre ti o la dinámica que tenían contigo. Si sienten que ya no reconocen a la persona que eras o que las interacciones se vuelven tensas, su respuesta puede ser alejarse.

El impacto de la transformación en tus relaciones

En cualquier proceso de transformación personal, es común que cambien tus prioridades, hábitos y formas de pensar. Sin embargo, estas transformaciones no ocurren en un vacío; impactan directamente a las personas con las que interactúas. Esto es natural y esperado, pero la manera en que gestionas esos cambios determina cómo las personas reaccionan ante ellos.

Homeostasis: El equilibrio que todos buscamos

Un concepto clave para entender el desenrolamiento es la homeostasis. Este término, que proviene de la biología, describe cómo los sistemas buscan mantener un estado de equilibrio. En nuestras relaciones, la homeostasis significa que tanto tú como las personas a tu alrededor intentan conservar la dinámica que conocen y les resulta cómoda. Cuando tú introduces un cambio, inevitablemente alteras ese equilibrio.

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Por ejemplo, si adoptas nuevas formas de comunicación, valores o comportamientos que no existían antes, puede que quienes te rodean sientan que estás rompiendo la conexión que tenían contigo. Es aquí donde ocurre el fenómeno que llamamos desenrolamiento: no porque realmente se hayan desvinculado de ti, sino porque se sienten enrolados en la idea de alejarse para proteger el equilibrio que conocen.

¿Por qué las personas se desenrolan?

Es importante reconocer que lo que interpretamos como desenrolamiento no siempre es un rechazo directo hacia ti o tus valores. A menudo, ocurre por lo siguiente:

  1. Percepción de pérdida o desconexión Cuando los demás sienten que ya no tienen el mismo lugar en tu vida, pueden percibir tu transformación como una amenaza. Por ejemplo, si hablas con un lenguaje que ellos no comprenden, como usar terminología propia de un taller, pueden sentirse excluidos.
  2. Miedo al cambio Para muchos, el cambio es incómodo. Si tu transformación implica que otras personas también deben adaptarse o enfrentar sus propias limitaciones, es posible que prefieran alejarse en lugar de enfrentar esa incomodidad.
  3. Falta de comunicación efectiva Si no explicas tus cambios o no muestras interés por comprender la perspectiva de los demás, ellos pueden interpretar tus acciones como desinterés o rechazo hacia ellos.

Transformar el desenrolamiento en una oportunidad

Lo más importante al enfrentar el desenrolamiento es recordar que todo es enrolamiento. Incluso cuando alguien se aleja, están respondiendo a lo que has proyectado o evocado en ellos. Esto significa que tienes el poder de influir en la dirección de esa conexión.

Estrategias para manejar el desenrolamiento:

  1. Revisa tus maneras de ser Pregúntate: ¿Qué estoy proyectando? ¿Cómo perciben los demás mi transformación? Reflexiona sobre si tus nuevas formas de actuar están generando inspiración o, por el contrario, exclusión.
  2. Comunica con empatía Comparte tus cambios desde un lugar de humildad y vulnerabilidad. En lugar de imponer tus nuevas ideas, invítalos a entender lo que estás viviendo y explora cómo pueden seguir conectados.
  3. Sé una invitación irresistible El verdadero liderazgo consiste en inspirar a otros sin necesidad de imponer. Haz que tu transformación sea algo tan valioso y atractivo que las personas deseen formar parte de ella.
  4. Acepta la diversidad de respuestas No todos estarán listos para adaptarse a tus cambios. Es importante respetar el ritmo y las decisiones de los demás, sin dejar de ser auténtico contigo mismo.
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El desenrolamiento no existe

Este es el giro esencial del concepto: el desenrolamiento no es real. Lo que interpretamos como desenrolamiento es simplemente enrolamiento hacia otra dirección. Si alguien se aleja de ti, es porque estás evocando en ellos algo que les hace elegir esa distancia.

Nadie puede “desenrolarse” de ti, porque el enrolamiento es una cualidad natural del ser humano. Sin embargo, lo que sí puede ocurrir es que estés enrolando a las personas hacia posibilidades que no deseas. Por ejemplo, si tus acciones reflejan desconexión, juicio o exclusión, estarás enrolándolos en la idea de que es mejor alejarse de ti.

Reflexión final: Lidera desde tu ser

En resumen, el desenrolamiento es una oportunidad para evaluar cómo impactas a quienes te rodean. Al recordar que todo es enrolamiento, puedes tomar responsabilidad de la dirección hacia la que estás guiando tus relaciones. El verdadero liderazgo no consiste en forzar conexiones, sino en ser una presencia que inspire y una visión que invite.

Cuando lideras desde un lugar auténtico, consciente y empático, puedes transformar incluso el desenrolamiento en una herramienta poderosa para construir relaciones más sólidas y significativas.

Bernardo Villar
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