¿Alguna vez te has preguntado quién está a cargo de tu vida y de las decisiones que tomas? ¿Qué conversaciones te influyen y de dónde provienen? Estas son preguntas interesantes que pueden ayudarte a reflexionar sobre tu vida y tus relaciones. Descubre más sobre este tema aquí.
¿Quién está tomando tus decisiones? ¿Seguro que tú?
Me atrevo a sugerir que tus decisiones, o al menos la mayoría de ellas, ya fueron tomadas mucho tiempo atrás. Quiero decir que estamos condicionados en nuestras decisiones por como “se supone” que deben ser las cosas, es decir, el “uno”, la corriente, el cómo son las cosas y jugamos el juego como lo hemos aprendido a jugar.
De este modo, se supone que si un pariente cercano muere, debo sentirme triste; si un día es nublado, es un día triste, para que uno gane, otro debe perder, etc.
El pasado contiene todas las reglas del juego, todo lo que es verdad, todo lo que es posible, todo lo que mereces, todo lo que puedes lograr y todo lo que no. El pasado tiene todo el conocimiento, así que seguir esas reglas, esas verdades es la manera más razonable de mantenerse en el juego. Sobreviviendo.
El foco de tu vida está en el pasado. El pasado controla tu vida. Tú no estás a cargo.
La única manera de obtener poder y el control sobre tu vida es cambiar la conversación en la cual el pasado está a cargo por una nueva en la que lo que define tus pensamientos, acciones y resultados es es el futuro.
El truco está en no ver el futuro que de cualquier manera va a ocurrir, ese futuro está condicionado por el pasado y lo que crees posible. El asunto es ver el futuro que no iba a ser. Un futuro que existe solamente en el futuro, y desde ahí tomar las decisiones, acciones y resultados.
Ese futuro es irrazonable. Te das cuenta que es un futuro imposible porque todas tus conversaciones internas, todos tus comités, todos tus nerdos, se vuelven locos. Las voces en tu cabeza y las voces de la gente de tu vida se levantan para recordarte que eso que quieres no es posible, que estás equivocado, que no es razonable. Ese futuro imposible no te da tranquilidad, sino al contrario, te da miedo, te intranquiliza. Porque tu sabes que está fuera de tu marco de referencia, de tu zona cómoda. De lo que iba a ocurrir de cualquier modo.
El futuro previsible no lo creas tú. Lo crea tu deriva en la corriente. No hay mérito alguno para ti, puesto que del resultado se encarga la corriente. En cambio, el futuro imposible, ese que no iba a ocurrir, requiere eso que es lo único que realmente impacta la corriente: la acción comprometida para que ocurra.
Para que tú estés en control de tu vida, requieres vivir desde el futuro. Desde ese futuro imposible que estás comprometido a crear, no desde el que es posible desde tu pasado.
Los líderes tienen la capacidad de ver ese futuro que no iba a ser y la capacidad de evocarlo con valor en otros, es decir, enrolar a otros para que ese futuro imposible, exista.
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