Transformación: La elección de SER
Por Bernardo Villar
Cuando el ser humano nace es potencial puro. No es nada más que un lienzo en blanco en que comenzarán a pintar (otros) a partir de entonces. Hoy no discutiré nada acerca de que no elegimos quienes somos en el sentido de lo que otros crean en nosotros como identidad, lejos de ello, partiré de cómo elige manifestarse en el mundo. Hoy voy a hablar de cómo adquirimos maestría en ser lo que hacemos, o si lo vemos de otro modo, cómo lo que somos se manifiesta en el mundo como evento creativo.
Todo parece indicar que el ser humano nace con cierta predisposición para ejecutar ciertas actividades. Yo, por ejemplo, desde que me acuerdo he dibujado, habilidad que cultivé y ahora la traduzco en mi creación fotográfica. Mis dos hijas también tienen esta predisposición. Esta inclinación con la cual algunas personas aparentemente nacen (no solo me refiero a dibujar, sino a cualquier otro tipo de inclinación a ciertas actividades) en realidad no necesariamente las define por el solo hecho de tenerla.
Conozco mucha gente con predisposiciones artísticas que, sin embargo, no se identifican con ello sino con alguna otra actividad que ejercen. Y esa cualidad no es más que una pequeña ventaja en esa área específica que puede verse superada por otra persona sin la predisposición pero con el propósito de convertirse en esa distinción.
Porque ese modo de SER tiene mucho más que ver con la elección que con las capacidades heredadas. Hay un momento en la vida en la que el ser humano en nuestro contexto elige a lo que se quiere dedicar. La naturaleza práctica y consumista de nuestra sociedad lo ve solamente como un asunto productivo, un asunto para ganarse la vida, pero puede ser mucho más que eso.
¿Ter ha pasado que conoces gente que odia hacer lo que hace? ¿Profesionales mediocres en su conocimiento y desempeño? Esas son personas que HACEN algo para ganarse la vida. Cuando haces algo distinto a lo que quisieras hacer se convierte en una carga, en un peso que cuesta mucho llevar. Es difícil que estas personas se conviertan en lo que hacen y se revelen a través de esa actividad. Son personas que se dedican a la medicina pero no SON médicos, a las leyes pero no SON abogados, a la contabilidad pero no SON contadores, a la arquitectura y no SON arquitectos.
Y es que no se trata únicamente de los estudios. Un título académico no te hace un tipo específico de SER.
Existen otras personas que SON arquitectos, abogados, contadores, etc. Son artistas en lo que hacen. Normalmente ellos son los que destacan y hacen una diferencia en sus profesiones. Son personas que crean nuevas realidades a través de lo que hacen porque lo que hacen es lo que son.
Y todo comienza con una elección. En algún momento la persona eligió SER algo, no solo hacerlo. Un profesional no es el que cobra por hacer lo que hace, un profesional es el que ES lo que hace de tal modo que se ha convertido en una conversación, un contexto que lo utiliza y aunque haga técnicamente lo mismo que cualquier otro, esa calidad de SER lo que hace lo separa del resto que solo hace.
Cuando ERES lo que HACES, funcionas desde el paradigma SER, HACER, TENER, es decir, que tus acciones emanan de quién eres y lo que tienes son los resultados de quién estás siendo. Cuando solamente HACES algo distinto a lo que eres, funcionas desde el HACER, TENER, SER, es decir, haces para tener esperando que este tener defina lo que eres.
Y la diferencia entre HACER-TENER-SER y SER-HACER-TENER es tan simple como un YO ELIJO en vez de un TENGO QUE
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