“Vence tus miedos”, “El miedo es el enemigo a vencer”, “No hay más que temer que el miedo mismo”… Nada más cierto, ¿o no? ¿Y qué tal si no?
Estamos acostumbrados a resistir, resistir es un valor. De hecho la violencia misma es un valor de facto que sin embargo nos empeñamos en ocultar o al menos buscamos justificar con la excusa perfecta para ejercerla. ¿Y qué mejor excusa que vencer el miedo?
El miedo es causa del odio, pero entonces, el miedo al miedo es causa de violencia. Violencia hacia el miedo, pero violencia al fin. ¿Por qué nos empeñamos en oponernos al miedo?¿Por qué empeñarnos en vencer al miedo? En todo caso, ¿Por qué vencerlo mediante la lucha?
El miedo es algo real, el miedo nos apoya a mantenernos vivos. Pero sobre todo, el miedo es real. La angustia, por otro lado, es un asunto de la imaginación. Es un miedo a algo que no ha sucedido y que tal vez no ocurra. Se parece al miedo pero no es lo mismo. El miedo te dice: No te tires de un quinto piso porque te matas. La angustia te dice: no te comprometas porque puedes sufrir. La angustia te provoca es miedo al futuro y culpa del pasado. El miedo previene el dolor y la muerte. La angustia, buscando prevenir el sufrimiento y la muerte social, los causa.
Habiendo hecho esta distinción entre miedo y angustia, estamos en la posición de preguntarnos: ¿y si no resistimos el miedo? El miedo, al final, es una experiencia, ¿Qué tal si la dejamos ser? ¿Qué tal si en lugar de resistir el miedo nos permitimos sentirlo? ¿Qué tal si en lugar de resistir la angustia, nos permitimos sentirla? No es lindo sentirlos, sin embargo, sí son una barrera y las barreras se rompen rompiéndolas, atravesándolas. No oponiéndose a ellas, sino pasando a través de ellas, y eso por definición implica adentrarse, sumergirse, verse envuelto en ellas para luego salir del otro lado.
Entonces, ¿Qué tal si la siguiente vez que te sientas angustiado te permites sentirlo? ¿Qué tal si te permites la experiencia? ¿Qué tal si permites que se complete para poder crear espacio para que otra cosa ocurra? El valiente no es el que no siente miedo de nada, sino el que logra sus objetivos a pesar del miedo que siente.
El miedo, la angustia, son una circunstancia más. Un líder no cambia sus circunstancias, un líder actúa en las circunstancias que se le presentan, sean las que sean.
No se trata de acabar con el miedo para poder actuar, se trata de actuar a pesar del miedo.
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