A menudo nos encontramos con frases como: “actúa desde el ser”, “sana tu ser” o “conéctate con tu ser”. Estas expresiones resuenan profundamente, pero también generan preguntas: ¿qué es realmente el SER? ¿Es algo externo, interno o una construcción más abstracta? Para muchos, este concepto parece describir una entidad separada, casi inalcanzable, que está en algún lugar impreciso. ¿Es nuestro SER algo puro y perfecto, o es más bien una construcción que desarrollamos a lo largo de nuestra vida?
En este artículo exploraremos a fondo qué significa el SER, abordando dos perspectivas fundamentales: la corriente metafísica y la corriente existencialista, ambas con implicaciones profundas sobre cómo interpretamos nuestra identidad y propósito en la vida.
La concepción metafísica del SER
Desde una perspectiva metafísica, el SER se entiende como algo inherente y definitivo. Según esta visión, somos creados con una esencia pura, una naturaleza predeterminada que define quiénes somos en nuestra forma más auténtica.
- El SER como un regalo divino
Esta corriente muchas veces está ligada a creencias religiosas o espirituales que sostienen que el SER es equivalente al alma: una creación perfecta otorgada por un poder superior. En este contexto, el propósito de la vida sería descubrir, proteger y manifestar esa esencia que ya existe dentro de nosotros. Aquí no hay espacio para el cambio en lo que somos, sino únicamente para embellecer o expresar aquello que ya está determinado. - El SER como esencia inmutable
Desde esta óptica, somos como esculturas talladas por un creador. Nuestra tarea no es cambiar lo que somos, sino revelar nuestra esencia al mundo. Esto puede ser un consuelo para quienes buscan un sentido de pertenencia o propósito ya definido, pero también puede limitar nuestra capacidad para transformarnos y adaptarnos. - Limitaciones de esta perspectiva
Aunque esta visión proporciona estabilidad, puede ser restrictiva. Si asumimos que nuestra identidad está predestinada, podemos sentirnos atrapados en un molde fijo, sin la posibilidad de elegir o rediseñar nuestra vida de acuerdo a nuestras aspiraciones o circunstancias cambiantes.
La visión existencialista: el SER como acción y elección
En contraste, la corriente existencialista propone que no nacemos con un SER predeterminado. Para los existencialistas, el SER no es un sustantivo, sino un verbo: somos quienes estamos siendo. Esta perspectiva se centra en la libertad individual y la capacidad de dar forma a nuestra existencia.
- La creación constante del SER
Desde esta visión, el SER no es algo que “tienes”, sino algo que “haces”. Eres el resultado de tus elecciones, tus acciones y las interpretaciones que construyes sobre el mundo. Esto significa que el sentido de la vida no está dado de antemano; depende de ti crearlo. - El SER como contexto y postura
Según esta corriente, la manera en que interpretas el mundo y los significados que eliges adoptar definen tu SER. Por ejemplo, si decides que tu propósito es ayudar a otros, todas tus acciones serán coherentes con esa visión, moldeando cómo te muestras ante los demás. Aquí, el SER es un “siendo”, un estado dinámico y transformador. - Libertad y responsabilidad
La libertad de elegir quién eres viene con una gran responsabilidad. En este marco, no puedes culpar a fuerzas externas por lo que eres; tú tienes el poder de transformar tu vida, pero también la carga de tomar decisiones conscientes.
Comparando ambas perspectivas: ¿quién define tu SER?
Ambas corrientes ofrecen maneras valiosas de entender el concepto del SER, pero también tienen sus limitaciones y puntos fuertes.
- La metafísica brinda un sentido de seguridad y pertenencia. Nos invita a creer en una esencia intrínseca, algo que no podemos cambiar, pero que podemos explorar y manifestar.
- El existencialismo, por su parte, nos da libertad para reinventarnos y nos empodera para crear nuestro propio camino, aunque eso implique enfrentar la incertidumbre y la responsabilidad.
No se trata de decidir cuál es la “verdad absoluta”, sino de reflexionar sobre cuál de estas perspectivas te permite vivir con mayor plenitud, autenticidad y poder personal.
Cómo aplicar estas ideas a tu vida diaria
Independientemente de la filosofía que resuene más contigo, hay formas prácticas de usar estas ideas para enriquecer tu vida:
- Explora tu esencia
Si te inclinas hacia la perspectiva metafísica, dedica tiempo a reflexionar sobre tus valores y talentos innatos. Pregúntate: ¿Qué aspectos de mi personalidad o habilidades parecen ser una parte esencial de mí? - Rediseña tu contexto
Si prefieres el enfoque existencialista, analiza las áreas de tu vida en las que puedes elegir un nuevo significado. ¿Qué acciones puedes tomar hoy para acercarte más a la persona que deseas ser? - Encuentra un equilibrio
No tienes que adoptar una visión u otra de forma estricta. Puedes reconocer ciertos aspectos de ti mismo como esenciales mientras también te das permiso para evolucionar y reinventarte cuando lo desees.
Reflexión final: ¿Qué es tu SER?
Tu SER no es algo que otros puedan definir por ti. Ya sea que lo veas como una esencia innata o como una construcción en constante cambio, lo importante es usar este concepto para empoderarte y conectar con una vida más auténtica y plena. Más que buscar una verdad absoluta, la pregunta que debes hacerte es: ¿qué interpretación del SER me da más libertad para crear la vida que quiero?
Preguntas Frecuentes sobre el SER
No necesariamente. En el ámbito metafísico, el SER puede ser equivalente al alma como esencia divina, pero desde una perspectiva existencialista, el SER es una construcción personal que evoluciona con nuestras elecciones.
Depende de la filosofía que sigas. La metafísica dice que sí, mientras que el existencialismo afirma que el SER se construye a lo largo de la vida.
La introspección y el análisis de tus valores y acciones pueden ayudarte a conectar con tu esencia o a decidir quién quieres ser.
Desde una perspectiva existencialista, sí. Puedes redefinir tu SER tantas veces como lo desees.
Ambos son importantes. Ser define el contexto desde el cual actúas, y hacer muestra al mundo quién estás siendo.
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