Observador, Acciones y Resultados / Ser, Hacer y Tener

En la vida, a menudo nos encontramos con situaciones en las que necesitamos tomar acción. Sin embargo, la forma en que explicamos estos fenómenos puede influir en nuestras posibilidades de actuar y, por ende, en los resultados que obtenemos. En este artículo, exploraremos las distinciones entre ser, hacer y tener, y cómo pueden afectar nuestra capacidad para tomar acción en diferentes situaciones, centrándonos en la relación entre nuestras acciones y resultados.

Distinciones
Distinciones
Villar, Bernardo (Author)
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El ser humano es un observador y un explicador por naturaleza. Observa un fenómeno y le agrega una explicación, y todo sucede de manera tan automática que nos parece que la explicación pertenece al fenómeno mismo. Nos olvidamos de que somos nosotros quienes generamos esa explicación, y llegamos a creer que esa explicación (nuestra explicación) es la única verdad sobre cómo son las cosas. Este proceso influye directamente en nuestras acciones y, por tanto, en los resultados que obtenemos.

Cuando asumimos que sabemos cómo son las cosas, no dejamos espacio para ninguna otra interpretación, lo que limita las posibilidades de acción disponibles. Sin embargo, cuando recordamos que la explicación es solo NUESTRA EXPLICACIÓN, se abre la posibilidad de tomar otras acciones y, con ello, de obtener diferentes resultados. La explicación que damos a los fenómenos define nuestras posibilidades de tomar acción, pues es la explicación que privilegiamos la que determina las acciones que tomaremos y, en última instancia, los resultados que obtendremos.

El esquema SER, HACER y TENER nos muestra que las acciones que definen nuestros resultados parten de quién estamos siendo. Sin embargo, no estamos hablando solo de ser como maneras de comportarnos, sino de maneras de interpretar el mundo. Actuar de manera distinta puede llevar a resultados distintos, y esto muchas veces funciona: acciones diferentes provocan resultados diferentes, a lo que llamamos aprendizaje incremental. Pero, aun así, estamos cambiando solo los haceres (las maneras de ser son, al final, haceres).

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Tal vez si vemos el esquema SER, HACER y TENER como OBSERVADOR – ACCIONES – RESULTADOS, podamos entenderlo mejor. Cuando hablamos de SER, nos referimos a nosotros como observadores de los fenómenos. No se trata solo de cambiar las maneras de actuar desde la misma explicación del resultado, sino de cambiar diametralmente el resultado al modificar la forma en que explicamos e interpretamos los fenómenos. Es decir, cambiando el modo en que estamos interpretando cómo el mundo ocurre para nosotros, podemos influir en nuestras acciones y, por ende, en los resultados que obtenemos.

Esta comprensión es esencial para lograr un cambio significativo. Si deseamos obtener resultados distintos, debemos empezar por observar y reinterpretar los fenómenos de manera diferente, lo cual nos permitirá tomar nuevas acciones que nos conduzcan a los resultados deseados. Al cambiar nuestra perspectiva y nuestra interpretación, abrimos nuevas posibilidades de acción que pueden llevarnos a lograr nuestras metas y sueños. Entender esta dinámica entre observador, acciones y resultados nos permite ver más allá de las limitaciones autoimpuestas y nos empodera para crear un futuro alineado con nuestras verdaderas aspiraciones.

Bernardo Villar
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