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Vive tu Transformación

Perdonar

Distinciones
Distinciones
Villar, Bernardo (Author)
$ 319.71

Perdonar es un acto de liberación y sanación emocional que nos permite dejar atrás el dolor y el resentimiento del pasado. Al perdonar, no solo estamos haciendo las paces con la persona que nos ha lastimado, sino también con nosotros mismos. Descubre por qué perdonar es un regalo para ti mismo y cómo puedes empezar a practicarlo en tu vida.

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Índice

La liberación que ofrece perdonar

Existen espacios insospechados en los cuales nos comportamos sin poder, como producto de una circunstancia externa, y ello sin darnos cuenta. Uno de esos espacios es uno que es difícil de identificar porque lo asociamos con la justicia ante algo que alguien nos ha hecho: Perdonar.

Cuando sentimos que alguna persona nos ha perjudicado o ha hecho algo en contra de nuestros intereses (cuando nos contamos esa historia) nos sentimos en nuestro derecho de no perdonarla. Nos acordamos de la persona, del evento y nos hierve la sangre. Sentimos rencor y cada vez que la vemos o la escuchamos nombrar, nuestro talante se descompone, nos incomodamos, volvemos a revivir todas las sensaciones que la historia que nos estamos contando sobre el evento nos causó – y aún nos causa.

¿Cómo puedo perdonar a esta persona si me hizo tal cosa? ¿Cómo puedo perdonarla si causó tal otra cosa? De algún modo pensamos que al no perdonarla la tenemos en nuestro poder, como castigada. “No le estamos dando nuestro perdón”.

En realidad no le estamos quitando nada a esa persona y sí a nosotros.

Se me ocurre que la confusión viene desde nuestro lenguaje. En castellano usamos el término “pedir perdón” cuando dañamos a alguien de algún modo. Se llama “pedir perdón” y de algún modo pone en la otra persona el poder de otorgárnoslo o no.

Sin embargo, la persona a la que no perdonamos no requiere que nosotros le otorguemos nada. La mayor parte de las veces ni siquiera le da importancia ni al evento ni a tu mismo enojo. El único rehén en el asunto somos nosotros mismos.

Cómo perdonar en la vida diaria

Dicen que perdonar es perder toda esperanza de que el pasado sea distinto. El pasado fue como fue. Y ya no es más que en nuestra memoria, en la historia que nos contamos de los eventos pasados. Nada lo va a cambiar y sin embargo nos obstinamos en llevarlo con nosotros, en aferrarnos a él.

Muchas de las disculpas que esperamos como condición para perdonar nunca van a llegar. No esperemos una disculpa para poder perdonar. Aferrarnos a la amargura de eventos pasados nos roba la felicidad de hoy. Perdonar es dejar ir a un inquilino indeseable que hemos mantenido viviendo en nuestra mente.

Cuando perdonamos estamos haciendo una promesa. No a la otra persona sino a nosotros mismos, de que ese evento en tu pasado no lo volverás a usar para evitar vivir plenamente el día de hoy. No tiene que ver con liberar de su responsabilidad a la otra persona, sino de tomar responsabilidad nosotros y elegir no ser más la víctima que en esa historia estamos siendo y contarnos otra historia que nos apoye a movernos hacia adelante.

Entonces, ¿cómo podemos practicar el perdón en nuestra vida diaria? Aquí te ofrecemos algunas sugerencias:

Reconoce tu papel en la historia

En lugar de enfocarte en lo que la otra persona hizo o dejó de hacer, es importante que te tomes un momento para reflexionar sobre tu propio papel en la situación. ¿Hay algo que podrías haber hecho de manera diferente o mejor? ¿Estás llevando contigo alguna culpa o arrepentimiento que te impide perdonar a la otra persona?

Reconocer tu papel en la situación no significa culparte a ti mismo ni justificar las acciones de la otra persona, sino simplemente entender que todo conflicto o situación problemática tiene múltiples perspectivas y que, en última instancia, cada persona es responsable de su propia conducta y decisiones.

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Cambia la historia que te estás contando

Como mencioné anteriormente, la historia que nos contamos a nosotros mismos sobre una situación determinada puede influir mucho en nuestra capacidad para perdonar a alguien. Si te encuentras constantemente reviviendo la situación en tu cabeza y sintiendo resentimiento hacia la otra persona, es hora de cambiar la historia que te estás contando.

En lugar de enfocarte en lo que la otra persona hizo o dejó de hacer, trata de pensar en las cosas buenas que han sucedido en tu vida a pesar de esa situación. ¿Has aprendido algo importante de esa experiencia? ¿Te has vuelto más fuerte o más sabio como resultado? Trata de enfocarte en las cosas positivas en lugar de las negativas y verás que te resulta mucho más fácil perdonar.

Practica la compasión y la empatía

Otro aspecto importante del perdón es la práctica de la compasión y la empatía hacia la otra persona. Aunque puede ser difícil en situaciones difíciles, tratar de entender el punto de vista de la otra persona y ponerse en sus zapatos puede ayudarte a liberar la ira y el resentimiento que puedes sentir hacia ella.

Piensa en lo que puede haber llevado a la otra persona a actuar de la manera en que lo hizo. ¿Estaba pasando por un momento difícil en su vida? ¿Fue su comportamiento una reacción a algo que tú hiciste o dijiste? Al tratar de entender la perspectiva de la otra persona, puedes comenzar a encontrar más compasión hacia ella y, finalmente, a perdonarla.

El poder de perdonar para transformar relaciones

No solo el perdón tiene un impacto positivo en nuestra propia vida, sino que también puede transformar nuestras relaciones con los demás. Cuando perdonamos, podemos abrir la puerta a una nueva forma de relacionarnos con quienes nos rodean.

En primer lugar, el perdón puede ayudarnos a liberar el resentimiento y la ira que hemos estado cargando hacia una persona en particular. En lugar de sentirnos atrapados en nuestros propios sentimientos negativos, podemos empezar a ver a la otra persona con mayor compasión y empatía. Esto puede ayudarnos a entender mejor sus motivos y a comunicarnos de manera más efectiva.

Además, cuando perdonamos a alguien, abrimos la posibilidad de que la otra persona también nos perdone a nosotros. Esto puede crear un espacio para la curación y la reconciliación en nuestras relaciones. Al liberar la necesidad de castigar a la otra persona, podemos empezar a trabajar juntos para construir una relación más saludable y significativa.

Conclusión

El perdón es un acto poderoso y liberador que puede ayudarte a liberarte del resentimiento y la ira que pueden pesar en tu vida. Si bien puede ser difícil en algunos casos, el perdón es esencial para nuestra propia salud y bienestar emocional.

Si te encuentras luchando por perdonar a alguien, recuerda estos tres consejos clave: reconoce tu papel en la situación, cambia la historia que te estás contando y practica la compasión y la empatía hacia la otra persona. Al hacerlo, podrás liberarte del dolor y el resentimiento y avanzar hacia un futuro más brillante y lleno de amor y compasión.

Bernardo Villar
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